Hoy he decidido escribir alto y claro sobre muchos titulares que leo cada semana y que parecen indicar que nuestros pensionistas cobran demasiado para lo que ganan nuestros jovenes o sobre la renta media en España. Sinceramente os digo que estoy cansado de tanto sensacionalismo periodístico y tanta tontería. Vamos a desgranar por partes la situación actual.

El actual sistema de pensiones, con algunos pequeños cambios, lleva siendo un modelo de reparto desde sus comienzos, y a todo el mundo le ha parecido bien, aunque a mi no. Esto quiere decir que nuestra Seguridad Social nos pagará, al tener más de 38,5 años cotizados y cumplir al menos los 65 años, el 100% de la pensión que nos corresponda, según los cálculos establecidos. Si no llegamos a los 65 años con esos años cotizados, deberemos esperar hasta más adelante o en su defecto, recibir la penalización correspondiente cuando se nos calcule nuestra pensión.

Por el contrario, un sistema de capitalización, complementado con alguna otra medida de solidaridad para los más necesitados, sería más fácil de gestionar, mucho más transparente y sin duda, 100% sostenible, pues dependería de las aportaciones de cada persona y no del empleo, envejecimiento de la población, etc..resultando que sabríamos perfectamente en cada momento, cuanto he aportado, que rentabilidad estoy obteniendo, cuanto dinero me quedará cuando me jubile, etc…

Ahora hagámonos la pregunta: ¿Están nuestros jubilados cobrando mucho?. Pus sinceramente, no se trata de si cobran mucho o poco, se trata de si cobran lo que deberían cobrar, calculado con unas reglas de juego establecidas por la propia administración, y eso sin duda es así. No solo es así, sino que muchas veces se cobra muy por debajo de lo que se ha aportado. Y voy a poner un ejemplo: Yo he visto en algunos de mis clientes, personas que han aportado a lo largo de sus últimos 25 años de vida laboral (lo que se usa como base de cálculo) mas de 1,4MM, o incluso más de 1,5MM de euros. A estas personas, les queda una pensión de unos 3.300 euros brutos en 14 pagas, es decir, 47.600 euros/año. Y ahora llevemos al ejercicio que se debería hacer, comparar un sistema de capitalización y uno de reparto.

a) Reparto. Con lo aportado en sus últimos 25 años (no en su vida laboral completa), tendría que vivir casi 30 años, es decir, hasta los 95 años, para que sus aportaciones fueran menores a lo recibido, cosa poco probable si consideramos que la esperanza de vida en España es de 85 nos para mujeres y 82 para los hombres.

b) Capitalización. Si esta persona tuviera en su «cuenta con la Seguridad Social» un fondo de 1,4MM de euros, podría cobrar un 3,4% de intereses en Letras del Tesoro y a su muerte, seguiría teniendo los 1,4MM, es decir, su capital ahorrado le daría para vivir estupendamente sin gastarse un euro de sus ahorros.

Ahora pregunto al lector: ¿Es mucha pensión 47.600 euros/año, cuando se han aportado 1,4 MM de euros? ¿Es mucha pensión, considerando que sigue siendo el Estado el que le administra al pensionista sus 1,4 MM de euros aportados? ¿Es mucha pensión, si el pensionista muere a los 10 o 12 años de su jubilación en lugar de a los 95?.

Lo que quiero que se entienda con claridad es que, las pensiones que se reciben, no son altas o bajas, buenas o malas, son la consecuencia de aplicar un sistema que no es perfecto, bajo unas premisas de todos conocidas y bajo una gestión pública ineficiente, arbitraria e injusta. ¿porque hablo de ineficiente, arbitraria e injusta?. Ineficiente, porque se toman decisiones politicas que afectan al sistema de pensiones y no se hace desde la objetividad y la eficiencia. Arbitraria, porque esas decisiones politicas no se toman bajo los criterios del dinero para las pensiones sino de intereses políticos ajenos a las pensiones. Y por último injusta, porque se deberían complementar, viendo su actual situación de crisis futura, instrumentos que garanticen la viabilidad y su cambio (ayudas a planes de pensiones privados, fomento del ahorro, etc.).

Si políticamente se decide que hay que pagar ayudas, pensiones más dignas o mejorar las que se puedan mejorar, no debe hacerse con los fondos de pensiones, sino con impuestos. Debe hacerse con criterios sostenibles veraces y no hipótesis inverosimiles. Los fondos de las pensiones públicas están para los que ya pagaron y por tanto se merecen su jubilación, para sostener un sistema que todos nos hemos dado y para garantizar el sistema en si mismo. Creo que he demostrado que nuestras pensiones son justas, que los pensionistas cobran en base a sus años cotizados y sus bases cotizadas, y a todos se les aplica la misma regla. Aquí no hay favoritismo alguno. Si no nos gusta el sistema actual, cambiémoslo, pero dejemos de quejarnos si se cobra mucho o poco, si unos cobran más que otros o si nuestros mayores están «forrados» mientras que los jóvenes no llegan a final de mes, pura demagogia.

Eso si, debemos cambiar pronto el modelo pues, ni mecanismo de equidad intergeneracional, ni historias nuevas que nos inventemos, el sistema en 20 años estará quebrado y perderemos todos.