Los que ya tenemos una edad, venimos hablando desde hace más de 20 años que el modelo de pensiones que tenemos no es sostenible. Políticos, economistas, expertos y no expertos, ciudadanos de a pie, todos lo sabemos desde hace mucho. El saldo neto de nuestro sistema de pensiones (ingresos por cotizaciones menos gasto en prestaciones contributivas) suele arrojar un déficit anual de entre 12.000 y 19.000 MM de euros. 

Y ahora nos preguntamos, ¿Qué pasará con nuestras pensiones? ¿Van a disminuir? ¿Se van a mantener nuestras expectativas? ¿Cómo me afectará si tengo 30, 40 o 58 años? Hoy, cuando preguntas estas cosas a los menores de 40, su contestación suele ser: “Yo no cuento con que vayamos a cobrar pensión”. Otros, más optimistas, dicen: “está clarísimo que vamos a cobrar mucho menos que ahora, si nos queda algo”. Pero cuando hablas con los de mayores de 50, no creáis que cambia mucho el mensaje, la mayoría está seguro de que sus pensiones van a verse reducidas, si finalmente llegan a cobrarlas. 

Actualmente, para que una persona tenga derecho a cobrar una pensión, habrá de trabajar al menos 15 años. Como dice la Seguridad Social en su página, a partir del 1 de enero de 2013, la edad de acceso a la pensión de jubilación depende de la edad del interesado y de las cotizaciones acumuladas a lo largo de su vida laboral, requiriendo haber cumplido la edad de:

• 67 años o 
• 65 años cuando se acrediten 38 años y 6 meses de cotización

Por otro lado, a partir del 2027, la edad “oficial” de jubilación para todos los nacidos con posterioridad al 1 de enero de 1962 ya será de 67 años. 

Ahora viene lo bueno. Como el sistema español no es un sistema de capitalización, es decir, los que trabajan ahora pagamos las pensiones de los que se jubilan o están jubilados, si añadimos el factor “baby boom” (aquellos que nacimos entre 1957 y 1977) y con la tasa de afiliación, parados y bases de cotización a la baja, la cosa no pinta bien. Los expertos nos dicen que necesitamos 2,5 trabajadores cotizando por cada pensionista. Parece claro que nuestro sistema de pensiones, que en 2007 tenía 2,72 trabajadores por pensionista, 2,22 en 2017 y tan solo 1,95 en 2021, está marcando muy malas tendencias. 

Los datos obviamente no son iguales en todas las Comunidades Autónomas. Solo Madrid, Almería y Huelva superan esta ratio de 2,5 mientras que Ourense, Lugo, Palencia o Asturias no llegan al 1,5.

Quedándonos con los datos de ámbito nacional, ¿Qué podemos y que debemos hacer? Diferencio entre “poder” y “deber” porque poder, lo que se dice poder, poco pueden hacer los trabajadores por cuenta ajena y poco vamos a poder hacer los trabajadores por cuenta propia cuando entre en vigor la nueva ley de cotizaciones a la seguridad social, eso sí, “deber” si deberíamos hacer algo. No quiero entrar en que deberían hacer nuestros dirigentes para cambiar las tornas de algo que tiene tan mala pinta, ellos lo saben desde hace tiempo y sin duda es difícil de trasladarlo a la ciudadanía porque seguramente implicará malas noticias, aunque les recomiendo que lo hagan rápido o se puede liar una buena. Lo que si me gustaría decir es que los que aún están a tiempo, planifiquen bien su jubilación y no solo atendiendo a su pensión pública esperada sino a un ahorro, sea el que sea, con vistas a que cuando cumplan los 67, no se encuentren con tan solo una paupérrima paga mensual. Los que ya tenemos una cierta edad, poco nos queda por hacer sino aguantarnos y seguir preguntándonos ¿Qué hay de lo mío? Y confiar en que hayamos ahorrado lo suficiente para lo que nos queda por ver.