¿Hacerme Autónomo o montar una empresa?

por | Oct 25, 2022 | Autónomos y micropymes, Startups / emprendedores | 0 Comentarios

En muchas de mis clases, esta es una pregunta recurrente de los que quieren emprender. La mayoría, como nos pasó a muchos hace unos cuantos años, no sabe qué va a facturar, con que proveedores llegará a trabajar, ni siquiera sabe si se dedicará a una o varias actividades. En otros casos es la financiación, la compatibilización o capitalización del paro en el SEPE.

En líneas generales, empezar como autónomo o como empresa, tan solo suele traer consigo unos costes de arranque algo distintos (ver mi post anterior sobre “Como financio mi idea”) pero si hay temas importantes a considerar. Os enumero tres:

  1. ¿Tengo más socios o estoy solo? Este es un tema clave pues si somos más de uno los que comenzamos con la actividad, obviamente vamos a tener difícil ponernos como autónomos. Es prácticamente inviable facturar tres autónomos a un mismo cliente si queremos que nos perciba como su proveedor. ¿Os imagináis que un cliente, al que le hemos vendido un servicio, le facturemos por tres partes distintas? No da muy buena imagen.
  2.  El cliente me lo exige. No es normal, pero, en ciertas ocasiones, y seguramente por experiencias anteriores o por desinformación de nuestro posible cliente, pueden ponernos pegas a la hora de facturar como autónomo. Un caso concreto se daba en el sector de la construcción hace unos años. No “les gustaba” contratar con autónomos (aunque desconozco realmente los motivos).
  3. Nivel de facturación neta e impuestos. Los autónomos pagamos impuestos, además del IVA, permisos, etc., de nuestros ingresos netos, mediante el IRPF. Es decir, y grosso modo, si nuestra facturación fue de 100.000 euros y gastamos 30.000, pagaremos IRPF por 70.000 euros como cualquier otro trabajador y con las tablas de hacienda. Si somos socios de nuestra empresa, además de pagar el 25% sobre los beneficios, al distribuirnos dividendos, volveremos a pagar entre el 19-21%, con lo que, para recibir ese dinero vía dividendos, los impuestos habrán supuesto entre el 44-46% de los beneficios generados. Ciertamente esto no es del todo cierto, pues podremos ponernos un sueldo y trabajar en la empresa, pero simplificándolo mucho, e será así. De esta forma, si nuestros beneficios no son elevados, nos interesará mucho más tributar por IRPF que mediante el cobro de dividendos.

Muchos me preguntan también por otros temas como responsabilidad, marca, costes de la gestión, etc. Veamos algunos de ellos:

  • Responsabilidad. Sin duda es un tema delicado y claro está, la responsabilidad en una S.L. está limitada al capital social vs la del autónomo. Pero os hago una pregunta: ¿Qué ocurre si quieres financiar un renting de una furgoneta o de una maquinaria por valor de 40.000 euros y acabas de montar la sociedad? ¿Creéis que el banco o la financiera va a daros el préstamo sin avales, siendo una S.L. de nueva creación con un capital de 3.000 euros? Yo estoy seguro de que no, a no ser que avales como socio.
  • Costes de gestión. Con esto me refiero a que una sociedad necesita mayores costes de servicios externos: presentación de cuentas anuales, impuestos, contabilidad, etc. Y aunque no sea muy significativo, existen (además de la seguridad social como autónomo societario). Indudablemente, el proceso de cierre, en caso de que el negocio salga mal, es muchísimo mayor y más complejo en una sociedad que en un autónomo.
  • Marca, imagen. Algunos dicen que es mejor facturar y tener una sociedad porque una sociedad da más y mejor imagen que ser autónomo. Yo sin embargo pienso que cuando emprendemos, más si lo hacemos solos, la imagen somos nosotros mismos y consecuentemente nuestra marca somos nosotros. Nuestra marca es nuestro valor, nuestro nombre y nuestra reputación así que, si creemos que hacemos bien las cosas, que mejor que usar nuestra propia marca. En el caso de sociedades, está claro que no conviene identificar una marca con uno solo de los socios. Y por supuesto, no olvidarse de registrar la marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas, es fácil, barato y asegura que no nos copiaran en el futuro.

Por último, un tema que también surge en muchas ocasiones es cuando quiero vender varios servicios o productos distintos. Las sociedades tienen el objeto social (Se trata de concretar qué actividades va a realizar la empresa, bien inmediatamente o en el futuro) y por tanto están limitadas por el. Los autónomos tienen el IAE y pueden registrarse con más de una actividad con una misma cuota al RETA. Esto quiere decir que los autónomos, en caso de encontrar alguna nueva actividad en la que vender productos o servicios, pueden realizarla simplemente dándose de alta en Hacienda. Las sociedades tienen mucho más difícil poder ampliar su Objeto Social.

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