Hace unos meses, las propuestas desde el Ministerio del Sr. Escrivá eran desorbitadas, alarmantemente absurdas. En mis clases solía comentar que eran cuotas imposibles de aplicar a la inmensa mayoría de los autónomos, incluso que se darían casos que, por no poderse pagar, muchos tendrían que cerrar. Hace unos días vi en los medios que la nueva propuesta dista muchísimo de la primera y lo celebro. ¿Qué quiero decir con esto? Aquí os dejo un par de opiniones:

La primera tiene que ver con ¿Cuándo se aplica y como me afecta? Me explico con un ejemplo. Eres un autónomo de 55 años que llevas toda la vida pagando por la mínima y ahora te suben la cuota en función de tus rendimientos netos, ¿en qué te beneficia? ¿vas a recibir mejores servicios sanitarios o una pensión significativamente mejor el día que te puedas jubilar? La respuesta es no. Sin duda podrás tener una mejor baja si enfermas o sufres un accidente, pero cotizar 10 años más, pagando entre 1.000 y 2.500 más al año de seguridad social hasta tu jubilación, no creo que te afecte mucho en lo que percibas el día que te jubiles. Con esto quiero decir que no es lo mismo para una persona que comienza ahora y lleva 5 o 10 años cotizando que para una persona que lleva ya 30 o 35 años. Supongo que estas nuevas cotizaciones se irán aplicando en un periodo más o menos amplio y gradual para que no sea una subida inmediata y permita que los autónomos se vayan adaptando a su nueva realidad con la Seguridad Social, así, el efecto que comentaba también será más gradual y podrá permitirnos equilibrar nuestras cuentas.

La segunda trata del modelo en sí mismo. Vaya por delante que soy partidario, y siempre lo he sido, de un modelo en donde los que mas tienen ayudan a los demás, ya sea en los servicios sanitarios, la educación, la justicia o las pensiones. Esta es una de las bases de nuestra democracia y del famoso estado del bienestar que hemos ido construyendo entre todos. Ahora bien, de este principio fundamental, a no saber qué vamos a percibir el día de mañana cuando nos jubilemos, que todo sea una continua ruleta rusa y no sepamos cómo ni cuándo se van a aplicar nuevas medidas, va un gran trecho.

Estamos en un modelo de reparto, pero sin duda, cualquier subida en nuestras aportaciones a la seguridad social, debe ir acompañada de medidas, no solo que garanticen el cobro de nuestras pensiones el día de mañana, sino de información certera de cuanto vamos a cobrar y que servicios se nos ofrecen por esas subidas. Está bien que entre todos aportemos a la sostenibilidad de un modelo de pensiones públicas y que, como vuelvo a decir, los que más tienen más aporten, pero esto no debe convertirse en barra libre. No solo se trata de reducir el déficit en el sistema, se trata de garantizar el futuro. 

¿Cómo podremos explicar dentro de 38 años a un autónomo que va a pagar de su bolsillo entre 38.000 y 95.000 euros más de seguridad social en su vida laboral de lo que paga ahora, que no sabemos que pensión cobrará, cuándo o si la llegará a cobrar? Solidaridad, sin duda. Ahora, que nos tengan informados, que nos despejen la incertidumbre en el futuro y que el esfuerzo sea mutuo, no solo es pagar más sino también gastar menos, que de esto los autónomos sabemos mucho.